El Escribano a la vanguardia de la modernización tecnológica y la seguridad en Uruguay.



La incertidumbre y la inmediatez que caracterizan la época actual demandan mayor seguridad del ordenamiento jurídico y sus operadores.


Tal necesidad social es cubierta por el Escribano, quien investido de la fe pública por delegación del poder del Estado como función pública de ejercicio privado que desempeña en amplia cooperación con el mismo, es el agente de seguridad jurídica preventiva por excelencia.


Al ejercer la misma se evitan contiendas estériles y costosas, asesorando como consejero de cabecera familiar, mediando, asistiendo, creando documentos públicos y privados, dando fecha cierta, creando la titulación de la propiedad, cooperando en el ámbito fiscal en la recaudación y control de impuestos, en la lucha contra la corrupción y el lavado de activos, generando certeza jurídica desde los Registros Públicos e instituciones nacionales y departamentales, contribuyendo al desarrollo y aplicación de planes y políticas gubernamentales.

Con el advenimiento de las nuevas tecnologías de la información y comunicación, el Escribano ha incorporado a su oficina los más avanzados instrumentos que le permiten el acceso directo a través de internet a las redes de información de los servicios públicos y la interconexión en línea con los más diversos bancos de datos, con colegas y clientes, así como la utilización de la firma electrónica, facilitando y agilizando los procesos y la contratación.

Con la recién aprobada Ley 18.930 que establece la obligación de comunicación al Banco Central de las declaraciones juradas de entidades con acciones al portador, el Estado ratifica su confianza depositando nuevamente en el Escribano la tarea de comunicación, empleando el mecanismo de la firma electrónica avanzada, constituyéndose en la primera norma uruguaya que requiere el uso de este tipo de firma en documentos electrónicos.

En la era de la tecnología, el Escribano aporta como profesional de Derecho su conocimiento jurídico y competencia en cuanto a la realización de los contralores de las entidades a que refiere la ley, uniendo a la seguridad tecnológica, la seguridad jurídica, convirtiéndose en pionero en la aplicación de la novel tecnología, contribuyendo activamente al desarrollo del Gobierno Electrónico y la Sociedad de la Información y del Conocimiento.

El notariado uruguayo sigue demostrando su mejor predisposición a afrontar los nuevos desafíos aportando capacitación, conocimiento, compromiso social y colaboración con los poderes públicos para el logro de la tan anunciada reformulación y actualización del estado.