¿Internet es causal de divorcios?, por Mirta S. Núñez.
- 02/03/2006
- Argentina
El Código Civil debería reformarse e incluir una nueva causal de divorcio: el cyber-engaño.
Había descubierto cuántos eran los hombres y mujeres que sin salir de su casa podían ser "infieles" chateando hasta altas horas de la madrugada con personas desconocidas del otro sexo, con quienes flirteaban, primero por escrito y si bien muchos casos "no pasaban de eso", algunos otros terminaban en un encuentro personal y un posible romance "real", no virtual, que a la vez, luego continuaban vía chat desde la oficina y desde su propio hogar.
Ahora se habla de "adicción a internet", de "las viudas de internet" (¿ y por qué no incluir a los hombres en el mismo sentido?), pero lo cierto que "internet no destruye matrimonios", simplemente pone en evidencia el malestar existente en una pareja conviviente y hace que uno, otro, o los dos, encuentren como válvula de escape a la rutina y el desgaste matrimonial, el chatear con otro u otra y de paso "fantasear" que ese otro u otra "el alguien fuera de serie, alguien perfecto, alguien ideal", mientras el o la que está a su lado, está lleno o llena de defectos y exigencias.
¿ Si hay gente que se divorcia porque conoció a otro/a por internet?
Sí, sucede... y mucho.
Pero lo mismo hubiera pasado si no existiera internet: sólo que ahora no es necesario salir de la casa para encontrar un/a amante.
Es más fácil seducir por internet que personalmente. Alcanza con tener facilidad para expresarse por escrito, saber dónde encontrar un poema que le guste al otro u otra, enviar flores en formato electrónico, etc. No hace falta estar bien vestido ni gastar dinero en una salida. Se puede vender fácilmente una imagen de lo que uno no es o bien, mostrar la mejor parte, la más sensible, amparados en el anonimato que permite la web.
Temas que difícilmente se abordarían personalmente con alguien que recién se conoce personalmente, se hablar sin vueltas en internet, sin necesidad de inventarse un personaje. Cuando llegan al primer encuentro "face to face", es como si ya se conocieran. O al menos se desean. La palabra escrita también erotiza y genera fantasías, que muchas veces se diluyen en el primer café.
O no. Tal vez comienza una relación de pareja con los mismos avatares que cualquier otra nacida por otra vía.
Internet genera celos? Muchas veces sí. Hombres o mujeres se preguntan qué hace el otro tantas horas frente a la computadora. Muchas infidelidades se descubren porque en algunos casos uno de los miembros de la pareja (el primero que aprendió a usar internet), le creó una casilla de correo al otro y conoce su pasword. Hasta que una noche de desvelo decide (el o la que creó esa casilla), meterse en la web para ver con quién se escribe y encuentra las cartas a la vista (literal y metafóricamente).
El cyber-infiel ni siquiera se acordó de cambiar la clave...!
Ante este descubrimiento, el cónyuge afectado a veces cae en la tentación de hacerse pasar por el otro, para corroborar aún más hasta dónde llega esa relación: si es simplemente virtual o si también se ven.
Los hombre parecen ser más "ingenuos" (?) que las mujeres en este aspecto: se cuidan menos de ser descubiertos o hacen cosas tales como crear un album de fotos en la web con su nueva novia, como si quieran darle servida la ocasión a la mujer para iniciarle y ganarle un divorcio.
Antes las mujeres revisaban los bolsillos de los pantalones de sus maridos: ahora les revisan el correo electrónico o la lista de contactos del chat.
Comparto lo que escribió Alberto Amato en Clarín del 21-2-06 al respecto, en un artículo titulado "Desamor":
"Recuerdo a las viudas del fútbol. Los sábados por la noche empezaba el ciclo de soledad que se extendía todo el domingo y el lunes, con los maridos en el café. Y no había tele. Porque después hubo viudas de la tele. Y del alcohol. Y de la droga. Y del juego. Y de la política en aquellos años tormentosos, si es que hubo años plácidos. Ahora la culpa es de internet, pobre, que nos abre al mundo y nos abre también un poco la cabezota. Seamos francos: la causa de la viudez está en nosotros. Somos lo que somos y lo que el amor hizo y hace de nosotros. Nunca es triste la verdad, dice un catalán amigo que escribe versos. A no engañarse, chicos. Con una mano en el corazón: Internet es una cosa y otra cosa, el desamor."
Entre los psicólogos están divididas las aguas entre quienes consideran que la adicción a internet existe, que genera aislamiento, que son los tímidos y fóbicos quienes se relacionan por este medio (cuando a su vez ellos ofrecen sus tratamientos por internet - gran contradicción - ) y quienes por el contrario afirman que es un intrumento más que puede generar nuevos vínculos amistosos, profesionales y de pareja. En todo caso, la dependencia cibernética puede ser sólo un síntoma de una personalidad adictiva previa.
Pero el tema no es internet. El tema somos nosotros. Nosotros, siempre nosotros. Humanos, simplemente humanos.